Puigdemont y el dogmatismo populista

El dogmatismo es la actitud de quien no puede entrar en diálogo por creerse en posesión de una verdad que va justificando ad hoc con argumentos, en consecuencia, inconsistentes y casi pueriles. En política, puede manifestarse a través de un líder autoritario populista, que incluso lanza lemas que la  masa va repitiendo, como una consigna religiosa para rellenar el relato que va evaporándose y autoconvencerse de la verdad del “mesías”. El último ejemplo algo asombroso lo hemos presenciado en la manifestación de ayer de Bruselas, en el momento en que Puigdemont pronunciaba dos veces consecutivas, en respuesta al estado español: “así, no – así, no” y al acabar todos los allí presentes lo repetían como apropiándose de un nuevo mantra a repetir, o no sé si como una respuesta catequética a un salmo en misa. Creo que solo había presenciado tal fenómeno en documentales antiguos de los años cuarenta.

Dogmático es quien se adhiere a su vez sin atisbo de capacidad crítica a una ideología que lo trata como fuente de su mandato y acción, habiéndose evidenciado la estafa y continúa siguiéndoles con fe-que no significa siendo independentista- Aquí cabe explicitar que, ni Catalunya era de Pujol, como él se creía e hizo creer a todos los que no consentían improperios contra el presidente porque los recibían como insultos contra  Catalunya, mientras quien más le robaba al país era él y sus secuaces, de los que poco sabemos; y, retomo la comparación, ni ser independentista es apoyar a esta generación de manipuladores, mentirosos y nefastos políticos que no han conseguido para Catalunya más que el declive en términos  de independencia, dejando a su vez otras cuestiones de urgencia aplazadas a un segundo plano durante años.

Los independentistas deberían estar ofendidos y sanear la clase política que los ha representado. Acaso una manifestación de las que tanto les gustan reclamando esta renovación les daría un saldo más positivo en el futuro, porque podrían con más legitimidad buscar vías nuevas de lucha política y legal de sus objetivos.

Los no independentistas, son ciudadanos de una mayor diversidad. Algunos viven anhelando el día en que el PP deje de gobernar en España, aunque es cierto que las alternativas son deprimentes.