¿PARA QUÉ LA FILOSOFÍA POLÍTICA?

Un comentario

“Esta es, mi opinión, la paradoja más deliciosa que nos ofrece Birulés en el libro donde, desde el principio hasta el final, aprendemos que pensar es hacer y que, en realidad, no podemos decir que hacemos, no podemos otorgarnos agentividad, sin pensar. Y esto no sucede porque Birulés apele a una libertad de acción absoluta sino a una libertad que se articula desde una responsabilidad política y desde una diferencia identitaria.”

Birulés, F. ENTREACTOS. Katz Ediciones. En el prólogo por Meri Torras Francès

Partiendo de la lectura que Torras Francès hace del ensayo de Birulés, cabe destacar la noción de que pensar es hacer, o dicho de otro modo si como individuos aspiramos a ser sujetos o agentes políticos en la comunidad política, es imprescindible “pensar” para que la “acción” lo sea plenamente -y no reacción como constatara Nietzsche respecto de los sometidos o dominados-. Ser agente en un contexto político implica una responsabilidad que solo puede ser asumida desde la conciencia de haber actuado como resultado del pensar propio y por uno mismo.

Son muchos los autores, que han mostrado ya, cómo las sociedades contemporáneas se esmeran en que no pensemos y creamos actuar, cuando lo único que nos queda es reaccionar como se espera que lo hagamos. Así, la necesidad de que la filosofía se ocupe de lo político se hace urgente, si como desarrollará Birulés en su escrito, constatamos la urgencia de pensar, para que el resultado se acción. Ese pensar exige de herramientas que nos permitan indagar las condiciones en las que una comunidad política puede ser habitable para todo individuo, sea cual sea su identidad -en cualquier sentido-.

Si no articulamos, o no reflexionamos sobre lo armado por otros, para que desde esa posición de distancia  seamos capaces de sostener el marco en el cual es posible una comunidad política que no excluya a priori a ningún ser humano, nos veremos inevitablemente arrostrados por el relato dominante cuyo fin no es la comunidad política, sino que esta no es más que el instrumento privilegiado para el provecho y el beneficio de una minoría que por su poderío económico dispone de quienes crean relatos que se adecuen a esos fines particulares.

Así la Filosofía Política no puede nunca reducirse o confundirse con una ideología porque su cometido no es ese, es decir, no se ocupa del qué determinado sino del cómo una sociedad puede ser libre e igualitaria para todos, sin que nadie se vea repelido por ese cómo.

Os invito, in extremis a acompañarnos en la Diplomatura de Filosofía Política para la transformación social que iniciaremos este jueves 15 de setiembre desde el rizoma filosófico: Centro de estudios sociales y políticos Desiderio Sosa, Escuela correntina de pensamiento y el Club Mundial de Filosofía. Os adjunto el formulario de inscripción y medio de pago.

INSCRIPCIÓN: https://docs.google.com/forms/d/1qNF4600BIG3rdKw7TiQQSfKzgjJ2w0KytlHmWN_-fZk/edit

PRECIO: 150 DÓLARES, APROXIMADAMENTE 150 EUROS

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Singular: 1 comentario en “¿PARA QUÉ LA FILOSOFÍA POLÍTICA?”

  1. mmm…No sé al maestro Platón no le fue muy bien que digamos al tratar de influir en la arena política…mejor sería: «Al César lo que es del César y adiós que te vaya bien…»…Mi otro Yo alucinando por falta de café….sorry…besos al vacío desde el vacío

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