Después de la República: ¿Hay alguien más?

Cercenada, aún más si cabe, la confianza en los políticos que proclaman Repúblicas Independientes –dentro de democracias monárquicas- y se van de fin de semana a relajarse, dejando a la parte del pueblo que había creído en ellos, perplejos, atónitos y tratados como si esto hubiese sido un cuento de hadas, cabe esperar que esa masa se torne algo más crítica y que el maratón de reuniones al que aludían algunos medios de comunicación –TV3, por ejemplo- sepan ubicarlos en el contexto adecuado: las elecciones autonómicas derivadas de la aplicación del artículo 155 que implica como fecha límite para presentar coaliciones el 7 de noviembre.

Los independentistas –se apoye o no su causa- no se merecían semejante engaño. Tal vez pecaron de ingenuos y de dejarse seducir por líderes que resultaban ciertamente convincentes. ¿Creen que proclamar la Independencia con los rostros de estar en un tanatorio no delata la teatralidad de su gesto y que escondían algo que fingían no saber, pero que conocían? ¿Creen Sr. Puigdemont y Sr. Junqueras que bastan las palabras mientras se refugian en su terreno próximo, y aquello de la resistencia pacífica lo dejan para el pueblo que les sigue, que en todo caso algo tendrá que hacer? Personalmente, sin que apoye su causa, por respecto a los catalanes que han dado la cara por ustedes, aparte de la pantomima del viernes, me gustaría ver cómo hoy lunes acuden a sus puestos de trabajo y ejercen esa resistencia pasiva hasta que son evacuados en volandas por los propios mossos de escuadra. Como todas aquellas personas que creyendo en su gobierno y grupo parlamentario custodió los colegios electorales para que ustedes pudieran legitimar algo que, por gesto propio y sin queja, han convertido en pantomima. Deduzco que esperaban una acción más brutal y contundente derivada del artículo 155 que legitimara su rendición y por ello se encontraban con las manos vacías. Me temo que esta vez se han equivocado y que han quedado retratados como grandes estetas que ha dejado boquiabierto a quien pensando que había algo que celebrar rompió en júbilo el viernes.

La historia los juzgará, espero que quede escrita antes de que sean capaces de manipularla. Porque hemos vivido un fin de semana en blanco, después de la proclamación de la República los catalanes no teníamos certeza de cuál era el gobierno efectivo. Gracias por su escapada de fin de semana.