Regreso al silencio oscuro de la noche en el que me afano por alumbrar progresivamente esa guarida íntima. Nada más que mis dedos artríticos, el teclado y yo. De fondo una sonoridad sorda que no es más que el eco interior. Instante tras instante, resintiendo, recuperando vivencias para aprehender ese secreto mío, que ni yo
Categoría: Anagramas
Vamos serpenteando para esquivar lo nocivo y dar con los remansos de vida que quedan, esos en los que la piel se nos eriza de emoción ante un rostro, una expresión o un gesto; y la sensibilidad -no anestesiada- distingue lo genuino, esos restos de autenticidad que quedan en algunas personas. Porque tras una existencia
La Navidad es una reivindicación reiterada, aunque no queramos enterarnos, de la injusticia que implica que haya pobres, sin techo, que ante una situación muy precaria necesitan de la caridad ajena. No me imagino a un bebé recién nacido, tan solo con pañales, que nazca en un establo descubierto por varios laterales, en medio de
Un brevísimo amago de huida que desvela el cansancio ante presiones mixtas: externas e internas. Tentación irreflexiva, alertándonos de un asunto relevante diferido reiteradamente por su naturaleza turbadora. Un punto de inflexión en el que acotamos el desasosiego, lo desmenuzamos, analizamos y le otorgamos entidad, definida y limitada. Así posteriormente, despojándonos de toda arrogancia, redirigimos
No hay contradicción entre el lenguaje y el gesto, uno está sujeto al deber, el otro al querer, y como humanos mientras lo que deberíamos hacer pueda ser distinguido de lo que queremos hacer, el gesto espontáneo que brota de la voluntad oprimida será siempre el auténtico querer. ¡Qué vida más absurda la de aquel
Hay dichos incorporados a nuestro imaginario colectivo que acostumbran a guardar lo que la experiencia ha producido en nuestras mentes, otros de estos dichos los incorporamos llegando incluso a olvidar su origen. En estos últimos, quizás, se hallen dos elocuentes frases que dicen: “No hay mayor ciego que el que no quiere ver” y “No
¿Quién no ha deseado alguna vez dormirse y restar, entrelazando miembros como hiedras, haciendo el amor con Morfeo? Lo onírico es ese ámbito en el cual, si nos aliamos con los dioses benévolos, podemos sentir que vivimos otra vida, esa anhelada, esa que se nos ha negado. ¿Aferrarnos al sueño es una huida, un gesto
Esos días, que no quieren amanecer, se resguardan timoratos entre nubes grisáceas y plomizas. Miro el cielo, recién levantada, y me siento espejeada en esa masa nubosa que impone resistencia a una luz que carece de intensidad. No atino a vislumbrar si es el mundo quien me aplasta, o estando yo pulveriza encapoto cuanto me
No queremos lo que tenemos; y tener, aquí, es cuanto somos materialmente, lo cual está constituido por lo que vamos siendo en el fluir cotidiano, así como lo que poseemos para subsistir. Como híbridos de bestias y ángeles, deseamos sin satisfacer nunca el deseo, ya que el deseo mismo es un conglomerado de ambigüedades y
Me perturba un trasiego como de hormigas caóticas huyendo de un zapatazo que, a pesar de la confusión, creo que se aloja en mi mente. Veo mi cuerpo, lo palpo, lo pellizco, lo retuerzo y tan solo consigo añadir ese dolor físico que me provoco; mas continua cosquilleante, o casi finamente punzante, ese revoltijo que