El brote de la locura, no la lúcida sino la de descentramiento, se detecta cuando las emociones que lo embargan le son ajenas, extrañas –aunque muy propias tal vez- y no se reconoce en la tiranía de esas exigencias emocionales.
Deriva mental
Etiquetas: Locura, tiranía de las emociones
Publicado por Ana de Lacalle
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