Los pliegues de la piel amagan experiencias que haciéndose incisivos delinean un rostro propio. Cada concavidad una caída y cada convexidad un resurgir de las cenizas; finalmente una expresión facial con idiosincrasia, que delata la proporción de vida contenida en la existencia.
Arrugas
Etiquetas: experiencia vital
Publicado por Ana de Lacalle
Escritora alacallefilosofiadelreconocimiento.com Ver todas las entradas de Ana de Lacalle
