«ACONTECIMIENTO Y PRÁCTICAS EMANCIPATORIAS». Ed. Bellaterra. Notas sobre una extraordinaria presentación.

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Ayer tuve el placer, el goce diría, de asistir a la presentación del libro “Acontecimiento y prácticas emancipatorias”, publicado por la editorial Bellaterra, como inicio de una colección que irá seguida de un monográfico sobre Maquivelo, otro sobre Spinoza y, si no estoy mal informada, un último sobre Gramsci. Los editores o compiladores, Ricardo Espinoza Lolas y Jordi Ribas han vertebrado, con la colaboración de diversos pensadores, un entramado de perspectivas desde las cuales abordar, de entrada, el problema del Acontecimiento, y asimismo su intersección con las prácticas emancipatorias.

En la presentación estuvieron presentes Ricardo Espinoza Lolas, Luís Roca Jusmet, Andrea Soto y Claudia González que expusieron esas diversas maneras de abordar qué es un acontecimiento y si disponemos de la potencia de generarlo o, por el contrario, es algo que irrumpe, emerge sin poder preverlo, siendo algo imprevisto y que nos demanda improvisación. Al respecto, las concepciones eran diversas, no necesariamente excluyentes, pero sí que sugerían la problematicidad del acontecer mismo con relación a su posible diferenciación de un simple hecho, y de la necesidad de despojarlo de una relación causalidad. La cuestión, como exige el mismo filosofar quedó expuesta, abierta para continuar repensándola. En primer lugar, porque si el lenguaje nos permite establecer una conjunción entre acontecimiento y prácticas emancipatorias, implícitamente estamos estableciendo un plan mediante el cual determinadas acciones van a provocar un acontecimiento emancipador. Sin embargo, algunos de los ponentes y colaboradores del libro parecían resistirse a subyugar el acontecer al plan hegemónico que ahoga la improvisación, el no saber hacia dónde nos conducen determinadas acciones, que podemos considerar emancipatorias, pero mantenernos, sin embargo, en ese terreno incierto, voluble y moldeable que se escapa a las imposiciones del discurso único impuesto.

Sin haber tenido ocasión de leer aún el libro, me estoy ciñendo a lo que se produjo en ese encuentro que abrió una charla rica y diversa, especialmente sobre la cuestión del acontecimiento, pero también sobre esa practicas emancipatorias que a veces acaban conectando con la violencia. Esta última parece estar cancelada en muchos medios y dilucidar sobre la manifestación violenta puede traer consecuencias indeseables a los que puedan apartarse del discurso hegemónico dominante.

En este sentido, se hizo alusión a la guerra entre Israel y Gaza ya que el lobby pro-hebreo, teniendo la sensibilidad muy fina, no acepta ningún tipo de expresión que pueda cuestionar lo que el Estado de Israel está llevando a cabo en Gaza.

Quisiera clarificar que, si en un inicio y tras el atentado terrorista de Hamas sobre Israel, que se saldó con más de mil muertos, el conflicto se presentó y se quiso mantener como un intento de Israel de acabar con Hamas, lo sucedido – o acontecido, creo- en el tiempo ha demostrado que el propósito del Estado Israelí era la expulsión y exterminio del pueblo palestino, atacando prioritariamente objetivos civiles, ya que desconocían dónde se hallaba el núcleo de Hamas. Esto ha provocado que la guerra sea, ciertamente entre Israel y Palestina, porque semejante destrozo de la zona de Gaza y la violencia y guerra extendidas a Cisjordania lo dice alto y claro.

Lo más terrible, tras los aproximadamente veinticuatro mil muertos palestinos como resultado de los bombardeos a la población civil, es la ineficacia de la comunidad internacional de detener el propósito auténtico de Israel, que más allá de negociar sin resultado y no ejercer internacionalmente ninguna presión parecida a las que se ha utilizado contra Rusia, contempla impotente sujeto a sus propios intereses cómo Israel se siente fuerte para actuar con total impunidad. Bien, sin querer desviarme, este será un Acontecimiento, un antes y un después para el pueblo palestino, y. nos apercibamos o no, para toda la comunidad internacional.

Retomando la presentación, os animo a asistir a otras que puedan realizarse en Barcelona u otras ciudades cercanas a vuestro lugar de residencia, y por supuesto a leer el libro que promete ser jugoso. Si una charla entorno al libro se extiende dos horas y nos vemos obligados a irnos porque la librería La Central, con  todo su apoyo, cierra sus puertas más tarde, es indudable que sumergirnos en su lectura debe provocar, quién sabe, algún Acontecimiento que modifique nuestras prácticas y puedan ser más emancipadoras.

Gracias a los ponentes por la riqueza de la presentación y el diálogo posterior, a la editorial Bellaterra por apoyar este tipo de publicaciones y a la incondicionalidad de la librería La Central del Raval. Actos como estos, cada día.

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