La culpa: ser una pálida sombra

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Hay personas muy absorbentes. Tienen la virtud de sacarte sangre, inclusive, cuando ya te han agotado la de las venas. Sin apercibirte, te conviertes en una sombra pálida de ellas, y tú ya no eres tú, porque te han arrebatado tu vida.

Son vampiros con aspecto de víctimas ante las que sucumbes, en el fondo, como si fueras culpable de su desastrosa existencia, y solo te resta respirar al son o al ritmo que sutilmente te exigen, como si fueses su deudor de por vida.

¡Y es tan difícil zafarte de su inconmensurable presencia! Temes dañar, condenarlas definitivamente a la desesperación sin atisbo de salida; motivo por el que no hallas ni vericuetos, ni discretas formas de alejarte de ellas. Pasarías a formar parte de la persecución a la que se sienten sometidas, y, sobre todo, no quieres dañar, tan solo respirar tu propia vida.

Tu rostro, que no te pertenece ya, solo muestra una palidez irreversible, como si no fuese posible que el color de la sangre aflorara nunca más en tu semblante, ni en tu existencia. Te sientes atrapada, igual que ellas, sin embargo, a ti te atrapa la culpa y la deuda que te han impuesto; la cárcel sea tal vez ellas mismas, y la abarrotan con todo tu ser dejándote vacía.

Su libertad es tan difícil de conquistar como la tuya, pero tú tienes en tus manos el poder de actuar delicadamente para recuperar esa que te corresponde. La libertad más terrible es aquella entremezclada con los afectos y las emociones intensas, ya que no cualquier decisión te deja indemne, tal vez la que te libera aumenta terriblemente la culpa y la desdicha.

El quid de la cuestión es luchar contra una culpabilidad sin fundamento, proyectada por otros en ti, a sabiendas de que ibas a introyectarla. ¡Qué mayor poder que seas tú misma quien crea que está obligada a ser solo una sombra privada de vida!

Has caído en la red de la víctima, por haber sido una de ellas, aunque liberada ya de ese hacer de los otros verdugos de tus desdichas. Aunque permanece en ti esa empatía que te confunde, te arrastra y te suicida.

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