Para mí es un lujo leer las emociones, tras la muerte de su marido Paul Auster, por una de las escritoras contemporáneas que siempre tengo en mi biblioteca.
Os dejo estas palabras y el blog que recoge el artículo de Hustvedt.
Fue ingenuo de mi parte, pero había imaginado que yo sería la persona que anunciaría la muerte de mi marido, Paul Auster. Murió en casa, en una habitación que le encantaba, la biblioteca, una habitación con libros en todas las paredes desde el suelo hasta el techo, pero también con altas ventanas que dejaban entrar la luz. Murió con nosotros, su familia, el 30 de abril de 2024 a las 18:58.
Paul Auster, un narrador de historias, estoico y de buen humor
