En ocasiones, por azar, llegan a mis oídos frases que alguien dice como para rellenar la conversación, sin más. Sin embargo, aisladas e interiorizadas desprenden un aroma metafórico que me impactan. Ayer, sobremesa veraniega, J. dijo: “Sí, las puertas hacen bastante”, aunque, como si fuese una aposición, contuvo la pausa suficiente para que me resonara especialmente. Así que, cedida la frase para mi libre uso, me dispongo a analizar ese potencial que contiene, como manera simbólica de expresar diversas vivencias.
“Las puertas” mencionadas pueden ser lo que todos entendemos por puertas, pero extrapolando ese significado originario, “las puertas” pueden ser mentales y además estar materializadas en cada uno de nosotros. Son barreras mentales o físicas que nos imponemos o que se nos han impuesto y las hemos asumido. Nos impiden aprovechar beneficiosamente el flujo mental de experiencias porque operan como muros que, por ejemplo, disocian la razón de las emociones, encierran los deseos como inconfesables y, en definitiva, cercenan quienes somos o podemos ir siendo.
Lo peculiar, no obstante, de “las puertas” es que se abren, y eso implica que podemos derribarlas como muros y deshacer esos compartimentos mentales que no se avienen con lo que es el humano. Y esto, porque funcionamos como flujos dinámicos en los que interactúan nuestras experiencias. Esto, a su vez, nos permite desarrollar lo que puja en nuestro interior y materializarlo, siendo lo que somos y dejaremos de ser. Y es que “las puertas hacen bastante” pero no son muros de piedra, sino compartimentos que podemos abrir para que rezume cuanto hay en nuestro interior y nos posibilite ir siendo. Aprovechemos “las puertas”, ya que tal vez según en qué circunstancias nos hallemos y quiénes sean nuestros interlocutores, tenemos la posibilidad de cerrarlas y abrirlas, a nuestro antojo o necesidad.
Quizás, todos pronunciamos frases que contienen más de lo que creemos estar diciendo, porque en el lenguaje se simboliza nuestro contenido inconsciente, ese del que ni tan solo uno mismo tiene noticia.
