Aquellos que no viven más que para sí mismos, sin altanerías, se sienten sometidos a la multiplicidad de estímulos que la cotidianidad les propina. El indigente que se asemeja más a un zombi que a un humano, sucio, lleno de costras y heridas, tapado con ropas raídas; la joven que empujando el carrito del bebé y cargando con la casa a sus espaldas te demanda leche y pañales, y si ve que te reblandeces, te agradece que le acabes haciendo la compra.
Y, sin pensar demasiado en el momento, ya que llevas tanto rumiado que te estallan las entrañas, decides que, ante la imposibilidad de cambiar el sistema económico y la sociedad, tal vez puedas echar una mano, un día a una familia. Los que viven en las cloacas no pueden esperar a la revolución, y menos aún a reformas lentamente burocráticas que sustancialmente no cambiaran nada. Su existencia caduca, y la necesidad es perentoria, inmediata. Ahora y ya.
Es cierto que, en esas situaciones, cada uno decide lo que quiere hacer. Sin embargo, parece contradictorio platicar sobre la justicia, el esclavismo del capital, los excluidos e ignorados y que cuando te hallas ante uno de ellos seas capaz de pasar como si oyeras llover. No podemos ir repartiendo por doquier, mas establecido este principio en ocasiones solo con que la empatía te azote un poco, no puedes pasar de largo.
Es bonito aquel proverbio chino -o eso dicen- que reza: es mejor enseñar a pescar que dar un pez. Sin embargo, cuando no está en nuestras manos proveer de recursos a los excluidos para que salgan de esa situación ¿no podemos dar un pez a quien veamos más al límite? Considerando que nos sobren peces a nosotros. No nos quitamos nada de la boca para dárselo a otro, solo les damos una pequeñísima parte de lo que nos sobra.
Es un tema controvertido, no voy a negarlo. El caso más extremo que he presenciado últimamente era de un hombre, o lo que quedaba de él, que probablemente quería el dinero para inyectarse droga. Era tal su presencia que en mi interior pensé: ya no tienes vida, la perdiste, lo siento; quizás lo mejor para ti sea perder ahora la existencia y dejar de sufrir y contribuí a su autodestrucción.
PD: he preferido no exponer la imagen de un humano en esa situación.
