EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO: LA DANA O LA NADA.

Ante la tragedia, catástrofe que asola al pueblo valenciano por las consecuencias de la gota fría, que fue anticipada por los servicios meteorológicos del Pías Valenciano cinco días antes, hemos vuelto a comprobar cómo un gobierno -la Generalitat Valenciana- hace dejación de la función prioritaria que debería tener que es la protección de los ciudadanos ante un fenómeno meteorológico de estas dimensiones. Pero no solo lo previó los desalojos y actuaciones que debía llevar a cabo ante las alertas de la DANA, sino que una vez pasó por distintas zonas del territorio destruyéndolo todo, y dejando no sabemos aún cuántos centenares de víctimas, no actuó con la celeridad que la situación exigía, ni demandó la ayuda de otras comunidades y del mismo estado que se le ofrecía, hasta que la riada, esta vez de ciudadanos voluntarios que se trasladaban a pie con palas y otros utensilios se hizo viral por las redes sociales y la inhumanidad de la acción gubernamental se hizo patente. Aún el presidente de la Generalitat tuvo la indecencia de prohibir la llegada de voluntarios porque dificultaban las tareas de rescate y ayuda, cuando estos solidarios y generosos ciudadanos acudían ante la demanda de muchos pueblos que aseguraban estar absolutamente dejados y no haber visto por ningún lado efectivos de ayuda del gobierno.

Haciendo caso omiso de la prohibición de la Generalitat valenciana, los voluntarios siguieron aumentando, llevaron comida, agua y ayudaron de la forma más rudimentaria a limpiar casas y calles. Obviamente, la catástrofe era de tal magnitud que los voluntarios aparte del apoyo, proporcionales alimento y agua, y empujar el agua con palas y cepillos poco podían hacer. Pero hicieron algo que estoy segura ha sido fundamental para las personas afectadas que han perdido seres queridos o desconocen el paradero de estos: apoyar, aliviar y mostrarles que sí se les oye, que son importantes y que los ciudadanos no les van a abandonar.

Cuando la situación mejore lo suficiente, habrá que exigir responsabilidades políticas y penales, no dejar que la burocracia vuelva a tragarse a las personas y efectuar las acciones que sean oportunas con rapidez. Los valencianos merecen respuestas, tras las ayudas que es lo prioritario.

Una vez más, es la reacción solidaria de los otros la primera que llega a auxiliar a víctimas de catástrofes, lo cual nos muestra que lo que está atrofiada es la sensibilidad de los políticos obnubilados de poder para hacer lo que quieran, no lo que deben. Inclusive, sospecho que intenar ocultar la magnitud de la tragedia, El pueblo salva al pueblo, será uno de esos lemas que no se olvidará, porque las imágenes que han quedado grabadas no están solo en las manos de los medios vendidos, sino de los propios ciudadanos.