Según Nietzsche, sentirte “hijo de Dios” no deja más alternativa que vivir como Jesús enseñó a vivir, el cual no hizo sino eso: mostrar la forma de vida de los hijos de Dios. Estas palabras tienen una implicación silenciadas en el pensamiento nietzscheano, porque muestran que ser cristiano es una apuesta definitiva por una lucha