Sentía todos sus órganos amarrados – ¡hasta la piel! – como si estos estuviesen dirigidos por una mano invisible que los llevaba a fluctuar a su antojo. Las manos paralizadas, aunque manteniendo la movilidad de los dedos, los brazos rígidos en continuidad con las manoplas y la imposibilidad de hacer el gesto de rotación del
Etiqueta: parálisis
Sus miembros estaban fosilizados, o al menos así los sentía ella. Solo los ojos podían recorrer de hito en hito el margen que la concavidad ocular le permitía. Era solo clisos, observando lo que quedaba a su alcance y llena de un pavor que ni tan siquiera podía manifestar temblando, por el anquilosamiento de su

