Yo también deseo exiliarme. Pero mi arraigo –dependencia de salario, de un único piso, de matrículas saldadas, de mayores en dependencia,…- no me deja opción. Y, al contrario que usted, no le temo a la Justicia-tan poco justa desde siempre, aunque eso nunca les ha importado- mi pavor proviene de su “grupo” de impostores –el