Hace días me topé con la contraportada de un pequeño ensayo –del que ya tenía noticia- que despertó mi curiosidad y, por qué no reconocerlo, fascinación. El fragmento rezaba así “La depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, el trastorno límite de personalidad o el síndrome de desgaste ocupacional definen el panorama de