Un mazazo asestado en el talón de Aquiles ajeno, no se compensa con disculpas. Tal vez exija un empeño surgido de las entrañas que clame perdón.
DISQUISICIONES DESDE EL ABISMO
Un mazazo asestado en el talón de Aquiles ajeno, no se compensa con disculpas. Tal vez exija un empeño surgido de las entrañas que clame perdón.