“(…) La ignorancia se retira, a menudo, al santuario del silencio, el defectuoso encuentra ventajas callando, ya que el silencio lo transforma en un personaje misterioso. Además, hay que evitar hablar aún con más motivo, ya que un corazón sin secretos es una carta abierta (…)[1] Solamente quien posee conciencia de su ignorancia actúa con
