I,— Las circunstancias La acústica aguda del despertador se infiltraba tortuosamente entre sus neuronas, hasta que la sensación de asfixia que le provocaba revirtió en un abrupto salto del camastro. Un amanecer más tras la ventana, un día más, un esfuerzo más. Aomar se cubrió el cuerpo con la bata de paño, se dirigió a
