Un gran día ayer, porque a pesar del granizo, el viento y ese clima que nos quiso poner una nueva zancadilla, pudimos celebrar Sant Jordi 2022. Un reencuentro con amigos, y conociendo nuevas personas cuyo camino quién sabe dónde nos llevará. Personalmente, opté por seguir deleitándome con las letras de Stefan Zweig —hasta que agote
