No hay confusión, detecto la determinación de cada cosa. Es estupor, tiznado de espasmos súbitos en los que la mente desdibuja y recupera ideas que no pueden venir de mí –como dijo el padre Descartes- Si no surgen de mí, ¿será que vienen de fuera estimuladas por ráfagas eléctricas de un mundo objetivo? Entonces, mi estupor espasmódico no es un delirio, lo que mi mente ha identificado como una idea que representa objetivamente el mundo, es: hay personas hundidas en la oquedad de las sábanas que les queda una mente diáfana, con la que tener plena conciencia del lecho, de las sábanas y de la hendidura que causa el leve peso de su cuerpo. Desearía delirar y ser psicótica.
Delirios
Etiquetas: Existencia versus soledad
Publicado por Ana de Lacalle
Escritora alacallefilosofiadelreconocimiento.com Ver todas las entradas de Ana de Lacalle
