El declive de la justicia

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La Justicia está depauperada por su excesivo uso verbal y su nula presencia de facto. Ha perdido poderío y consistencia, de tal forma que apelar a ella como referente ético deja prácticamente impasibles los sensores auditivos de cualquiera. Quizás porque ser justo no es ya un reclamo en una sociedad fundamentada en la injusticia, sino una obviedad que nos deja indiferentes, por lo que necesitamos referentes con más contundencia  que puedan remover las conciencias.

Acaso sería más eficaz sostener un discurso santificando los derechos nacionales ante las amenazas migratorias, o la soberanía de los pueblos o su derecho a decidir -que sería básico para losindividuos-, porque cuando conviene el sujeto de derecho es el colectivo y no el ciudadano, un vaivén a considerar en supuestas democracias liberales capitalistas.

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