En memoria de Jano

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¿Oyes Jano el parloteo de esa multitud que siempre te ha seguido en tu batalla? Con solo hacer un guiño, de esos seductores que te caracterizan, muchos acuden a apoyar esa lucha para salvar vidas, las otras bien lo sabes.

Ayer y hoy, tu guiño nos ha convocado para comunicarnos que vas a disfrutar de ese merecidísimo descanso, que no estemos más tristes de lo justo en una despedida no deseada, y nos dispongamos a vivir con sentido. Siempre entendí, cuando escuchaba tus palabras, que te referías a vivir con y desde la  profundidad de uno mismo, esa que tú viviste siempre, aunque solo la ELA te dio el coraje de exteriorizarlo.  

Nos dejas mucho Jano ¿cómo no vas a ser extraordinario? Sobre todo espero que aquellos que tú elegiste para que acompañen más de cerca a tu familia, sientan toda la fuerza necesaria para que Natalia, ella también es extraordinaria que nadie lo dude, y los tres tesoros renazcan del mazazo, que sería de necios negar, os ha dado la puta ELA.

Tú sabes muy bien que no es fácil vivir, y ese es el reto que les queda a los que te quisieron sin respirar. Creen que esperas grandes cosas de ellos, pero intuyo que vivir sin ti, rehacer su vida para que vivir tenga sentido ya es algo extraordinario. Díselo, si puedes –te envío un guiño aunque yo no tengo tu habilidad- porque se merecen hallar también su propio descanso.

Por fin, tú y yo nos hemos cruzado en la vida y tal vez nunca haya sido en tu mejor momento, pero creo que eso me ha regalado lo mejor de ti y he sabido saborearlo aunque como todo lo bueno me ha resultado escaso.

Te voy a echar de menos Jano, acaso sea porque eres único y extraordinario. Abrazo.

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