Testigos de cómo la materia que adquirió autoconsciencia se desquició del absurdo de poder pensarse, exigimos la simplicidad de ser materia enloquecida, pero nada más y nada menos.
DISQUISICIONES DESDE EL ABISMO
Testigos de cómo la materia que adquirió autoconsciencia se desquició del absurdo de poder pensarse, exigimos la simplicidad de ser materia enloquecida, pero nada más y nada menos.