Ahogados

No hay comentarios

El tiempo debe seguir su curso inalterable, mientras lo que sentimos que acontece lo desencaja porque no tiene  cabida tanto en tan mínimo instante. Así, nos atropellan y desbordan, un huracán de sucesos que ya no discernimos si son ciertamente hechos, o emociones sustanciadas. Parecemos náufragos en un mar turbulento y túrbido que no es, sino el vómito mental de  un trágico momento.

Deja un comentario