Ser sujeto, por definición, impide la aproximación neutra al objeto, en cuanto está sometido a las condiciones de ser “subjectum”, es decir el soporte del ser individual. Este supuesto metafísico se mantiene en diversas áreas del conocimiento y no deberíamos perderla de vista en la vida cotidiana.
Siendo un axioma, es de hecho de sentido común desde que Kant nos regaló su “Crítica de la Razón Pura”, porque significa algo así como que el intento de captar el mundo más allá de mis posibilidades de conocer –visualizar con claridad un objeto que se halla a un km- es un ataque o de ignorancia o de prepotencia. Admitidos los límites, tendrá menos coste admitir que en el espacio de ese conocimiento intersubjetivo propio delos humanos, puedan darse a su vez discrepancias propias de condiciones externas –no de la naturaleza humana- del contexto o el entorno desde el cual juzgamos los hechos. Mientras que la ciencia debe eludir estas interferencias para purificar al máximo el conocimiento obtenido, la vida cotidiana debe aprender a manejar, aceptar y convivir con estas disensiones que deberían ser consideradas como enriquecedoras.
Desde esta perspectiva, delimitamos el ámbito de la ciencia y del saber ordinario haciéndolos compatibles, incluso desde la filosofía kantiana y popperiana, y apostando por un mestizaje cultural que consiste en reconocer la situación que de hecho ya se da. En lugar de intentar el vómito compulsivo de toda costumbre o conocimiento ajeno a la propia cultura.
El miedo al mestizaje no es otro que el pavor a ser absorbidos por el otro, a perder la propia identidad y sentirse invadido y desposeído por el extranjero. Así, la xenofobia opera como un mecanismo de defensa de los pueblos ante la falta de educación por parte de los Estados de lo que debiera ser un proceso de acogida y mestizaje de los inmigrantes y refugiados. Tal vez los países de tradición imperialista no conciben que pueda emigrarse a otro país sin intenciones devastadoras ni usurpadoras, por eso son estos los que principalmente desarrollan políticas xenófobas.
