La historia, que evoluciona en espiral, no se repite nunca para mejorar, pues el hombre gusta de la reiteración cuando las circunstancias se asemejan. El devenir espiralado parece, antes que un intento de subsanar lo fallido, una confirmación que denota la conciencia y voluntariedad de las salvajadas más extremas.
La Historia
Publicado por Ana de Lacalle
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