La cuestión de la identidad como trampa.

Un comentario

Los “argumentos”, supuestamente, incontestables que sirven como fundamento de nuestro actuar: “yo siento que”, “yo quiero”, “Yo necesito”, “me apetece”, no son más que la consecuencia de un ensalzamiento del “yo” como núcleo de emociones y deseos que reclaman su legitimidad de ser satisfechos. Mientras el referente sea el ego incapaz de percibir la alteridad, y que sin ella no habría “yo” que signifique nada, las posibilidades de modificar un sistema socioeconómico que prospera, en parte, gracias a ese individualismo, son nulas.

No hay parangón en la historia occidental de un egocentrismo tan tiránico, ya que incluso el romanticismo que, como reacción a la razón ilustrada, quiso recuperar el yo como núcleos de emociones y sentimientos, dio paso a movimientos colectivos en el que ese “yo” era sublimado en favor de la nación, por ejemplo.

La búsqueda de la propia identidad -que como algo estable es falaz- no puede reducirse a las cuestiones de género/sexo. Eso es lo que parece que de forma subliminal se está transfiriendo a niños y adolescentes que se ven arrojados a problematizar su sexualidad, sin que ésta derive en un problema de forma universal. No todo el mundo necesita replantearse su género/sexo para conectar con su querer. Sin embargo, el contexto impele a que todo individuo en su proceso de crecimiento lo problematice, de ahí que se esté produciendo un fenómeno “trans” de cambio, de tránsito, que desde la perspectiva biológica no se sostiene. La especie se habría extinguido.

Quizás, adquirir cierta conciencia de que la identidad no es algo estático, sino que es voluble, fluctuante pero que no se reduce, en absoluto al género/sexo, sino que es una cuestión de mayor complejidad, facilitaría que nadie se vea forzado a definirse por “moda” como lo que no es, pero que resulta transgresor, e incluso nos hace diferentes e interesantes ante la mirada del otro. Tomemos nota de que esta “transgresión” se ha hecho tan común entre niños, adolescentes y jóvenes que ha dejado de transgredir nada. La ley en España permite estos cambios de sexo/género, no están perseguidos ni vilipendiados, aunque tengan menos apoyo social del que parece. Esto porque el silencio de los que no entienden esta “moda” se mantiene para no ser calificados de “tránsfobos”, cuando en absoluto es esa la cuestión.

La búsqueda de la propia identidad no puede realizarse si no es en la interacción y mutua afectación de los unos con los otros, y situando la acción en su lugar, ya que esta es un reflejo de quien somos. Bien sabemos que podemos verbalizar ser X, pero que nuestras acciones revelen a un individuo Y. Es decir, la distancia entre quienes creemos que somos, con toda la complejidad que esto implica, y lo que hacemos manifiesta que somos algo distinto, desconocido o que queremos ocultar, pero que sin posibilidad de evitarlo emana mediante lo que hacemos.

Recordemos que, aunque haya un cierto carácter básico, vamos siendo y variando a lo largo de la existencia. Esto a menudo sucede precisamente por las opciones que vamos eligiendo y que van modificando nuestro pensar, nuestro querer e incluso nuestra capacidad de sentir.

Lo que cada vez parece más evidente es que nuestra identidad está refluyendo en contacto con los otros, y que es esta interdependencia la que nos permitirá ser humanos entre humanos, construyendo comunidades en las que la existencia esté garantizada para todos y la vida sea siempre algo posible.

En conclusión, no hay aspecto de lo humano que pueda imponerse sobre otros como decisivo, ni que deba ser falsamente situado como “la cuestión” central de la identidad. Porque esto implica un reductivismo sobre quiénes somos que desorienta a los más jóvenes y los lleva a creer que su existencia es algo que solo depende de su sentir.

Singular: 1 comentario en “La cuestión de la identidad como trampa.”

  1. La moraleja es que necesitamos aprender a jugar el juego del Yo-Yo ¿ o será el pienso, luego existo? ¿Soy quien soy y no me parezco a nadie? ¿Existo para ser? Muy complicado…dejemos a los likes dotarnos de existencia y ser…tan fácil….Me apena tanto mi otro Yo…besos al vacío desde el vacío

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