“Guardemos en lo más profundo de nosotros una certeza superior a todas las otras: la vida no tiene sentido, no puede tenerlo. Deberíamos matarnos inmediatamente si una revelación imprevista nos persuadiese de lo contrario. Si desapareciese el aire, aún respiraríamos; pero nos ahogaríamos en cuanto se nos quitase el gozo de la inanidad.”
Cioran, E. “Breviario de podredumbre” Ed. Taurus. Pg. 156.
El presente fragmento es tremendamente llamativo por paradójico. Cioran afirma que la mayor certeza que tenemos es que la vida no tiene sentido, y esta verdad debe ser recluida en nuestro interior, ya que, de lo contrario, es decir si alguna idea imprevista nos hiciera creer lo opuesto lo que deberíamos hacer es matarnos. ¿Cómo se puede entender esto? Según el pensador franco-rumano porque somos seres que vivimos en las apariencias, ya que la exposición sin filtros de la verdad nos mataría, o nos mataríamos. Así, solo soportamos una cierta dosis de verdad, y por ello la certeza del sinsentido de la vida es una verdad profunda, y solo toleramos una nada aparente por ser más agradable. Argumenta que estamos constreñidos biológicamente a lo falso, porque de lo contrario no nos soportaríamos ni a nosotros, ni a los otros, acabaríamos siendo carroñas que se destruyen unos a los otros. De esta forma, la inanidad de la apariencia, esa falsedad hueca nos permite vivir, y si alguien que profundiza alcanza la certeza del sinsentido de la vida debe guardarla de los otros, al menos de la mayoría de los humanos incapaces de sostener la certeza de la nada.
Esa mayoría de la que hace mención conforman lo que denomina los atareados, los cuales no tienen tiempo ni ganas de sopesar su polvo; se resignan a las durezas o las estupideces de la suerte, lo fútil, azaroso; esperan: la esperanza es la virtud de los esclavos, que pueden vivir de ella en cuanto se mueven en lo aparente.
Porque haciendo revisión de sí mismo Cioran confiesa: “Y, por haber querido ser sabio como nunca hubo otro, solo soy un loco entre los locos, …”

«solo soportamos una cierta dosis de verdad«. Pienso que la frase «en un mundo de mentiras la verdad es el enemigo», seria -del articulo- que pocos soportan la verdad, y la continua reflexión los torna diafano y provocan miedo, ante la luz de la verdad. Gracias Sra. Aan De Lacalle
Me gustaLe gusta a 1 persona