Cafarnaúm, película: «la vida es una mierda.»

3 comentarios

Cioran, entre otros, ha pensado largo y tendido con abordajes diferentes sobre el inconveniente de haber nacido. Es decir, el hecho de que no pedimos venir al mundo, y muchos humanos se ven atrapados por una existencia de mierda. Sin embargo, nunca había visualizado una película en la que la cuestión fuera tan explícita: Cafarnaúm, película dirigida por Nadine Labaki en 2018.[1]

El protagonista es un niño, Zain, un niño de 12 años -interpretado de forma sublime por Zain Al Rafeea- que ante un tribunal declara: ¿Por qué has demandado a tus propios padres? -Por darme la vida.

Esta inaudita demanda se sustenta en el periplo que Zain padece en su familia y, posteriormente, en su huida, hasta que es detenido por la policía y llevado a un centro correccional. Zain es un alma que ha abandonado la infancia a golpes físicos y mentales, haciéndose responsable, por exceso de conciencia, de sus hermanos y, a lo largo de su corta existencia de aquellos en los que detecta esa misma situación límite en la que vive él.

Su demanda no es ninguna impostura; éstas solo tienen cabida entre los que vivimos bien, para él es de justicia hacerse eco de todos los niños que vienen al mundo en condiciones de miseria extrema, que no pueden ser cuidados por sus padres y que, tal vez por impotencia, aún arremeten contra ellos, como si fuesen culpables de estar en este mundo. Zain, que durante muchos minutos de la película “existe” pero no habla, sino que transmite su estado de soledad y desesperación con su quehacer, su rostro, llega a tomar conciencia de que “la vida es una mierda”. El sufrimiento, sus lágrimas, sus reacciones agresivas siempre responden a esa sensibilidad por el dolor ajeno, que es el propio, y a la impotencia que siente en un mundo donde algunos parecen haber nacido destinados a la miseria, el hambre. Son los expulsados de muchos lugares, ilegales sin papeles que no existen y que se ven abocados a sobrevivir mediante las estrategias que idean.  

Es una película durísima, ya no por las imágenes explícitas de las que magistralmente el director huye cuando puede, sino por ese rostro de Zain que lo dice todo. Que nos cuestiona, nos interroga, nos arroja al sin sentido y, ya situados en el abismo, nos hace reconocer con Zain que, ciertamente, existir para llevar una vida como la suya y la de millones de niños en esta deshumanización del mundo, es para presentar una querella contra, no solo los padres, sino toda la sociedad globalizada. Somos todos los que nos sentamos ante el tribunal, porque, al fin y al cabo, los padres de Zain son su réplica anterior del propio Zain.

Una película que todos deberíamos ver para deconstruir discursos sesgados por una ideología de puro darwinismo social. Una sacudida a nuestra conciencia, si es que aún nos queda.


[1] https://www.filmaffinity.com/es/film867213.html

Plural: 3 comentarios en “Cafarnaúm, película: «la vida es una mierda.»”

  1. «La única, la verdadera mala suerte: nacer. Se remonta a la agresividad, al principio de
    expansión y de rabia aposentado en los orígenes, en el impulso hacia lo peor. No es de
    extrañar que todo ser venido al mundo sea un maldito». p. 15 Del inconveniente de haber nacido… ese maestro Cioran tan…peculiar….

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario