Ayer de desató la bestia. La televisión de Catalunya emitió el documental “La fugida” -la huida-, sobre los casos de abusos sexuales en los colegios de Jesuitas. Solo aparecían colegios de Catalunya -no del resto de España-, con lo que podemos prever que la dimensión de la salvajada es aún mayor. Creo recordar, y si no ahora adjuntaré el documental y está en la plataforma 3CAT a disposición de cualquiera, que se hablaba de once jesuitas identificados, algunos ya fallecidos otros no, y entiendo que seguro que más de un millar de niños abusados y con la vida destrozada.
Ya comenté, en un post anterior, cuando se dio la noticia de la emisión del reportaje https://filosofiadelreconocimiento.com/2024/05/06/el-caso-de-alessandra-abuso-sexual-en-el-colegio-sant-ignasi-sarria-de-barcelona-documental-la-fugida/ que yo trabajé en el centro de Sarríà durante veintitrés años. Ahora, siento que los docentes vivíamos engañados, al menos la mayoría, pero que sin saberlo estábamos ayudando a disfrazar esos abusos con una labor entregada, que no era representativa de la orden religiosa para la que trabajábamos. Esta afirmación la hago con toda la conciencia, porque no solo es el primer responsable el abusador o depredador sexual, sino todos los que contribuyeron a encubrirlo que considero cómplices de tal atrocidad, y que hoy, deberían rendir cuentas antes la Justicia. De la misma manera que si yo sé, consiento y facilito un delito soy legalmente cómplice de ese delito, entiendo que deberían rendir cuenta ante la justicia todos los jesuitas que hicieron posible que onces pederastas llevaran a cabo sus actos vejatorios y humillantes. Y esta reclamación de responsabilidades no solo afecta a los que siguen vivos, y los saben que fueron cómplices, de estos delitos, sino todos los que, a su vez, extendieron estas prácticas a Bolivia. Me resulta tan inhumano, racista, clasista y colonialista que a los que no podían practicar aquí la docencia los enviaran a Bolivia, que se me desgarra el corazón, al constatar la absoluta hipocresía en la que ha vivido la institución de los jesuitas.
Los actos son de tal envergadura que sostengo que deben presentarse ante la Justicia no solo los pederastas, sino los colaboradores necesarios, para que los actos tuvieran lugar.
Personalmente, en estos momentos me siento engañada por la compañía de Jesús, no por mi fe ni esas mandangas, sino como persona que trabajaba por educar personas libres, críticas y transformadoras. ¡Menuda manta de hipócritas!
Soy consciente que hay otras institucione religiosas en las que se ha producido esto: pues que se apliquen lo dicho. A mí me afecta supinamente lo referente a los Jesuitas, porque es allí donde me entregué a la educación, y como profesora, ante estos exalumnos puedo parecer una cómplice más. Ni de lejos.
“Dios ha muerto”, y todo está permitido, para muestra un botón.
Enlace al documental LA FUGIDA https://www.ccma.cat/3cat/la-fugida/video/6287636/
El documental puede verse con subtítulos en castellano y otros idiomas.

Benvolguda Ana,
Això de que els docents vivieu enganyats sona a excusa barata per netejar consciències. En molts casos, i en especial als 90 i primers 2000, els alumnes ja sabíem de molts abusadors, tant religiosos com no.
Des d’inicis dels 90 que es van destapar certs abusos i l’enviament de capellans a Bolívia era una «constant».
Enganyats no estàveu, altra cosa és que molts callesin/callessiu per falta de proves o per por a les conseqüències. Però el pa que s’hi donava el sabíeu. Tu mateixa dius en un altre escrit que vas «amenaçar» a la direcció per protegir a la teva filla.
Dit tot això, és moment de perseguir penalment a tots els encobridors i facilitadors de les atrocitats comeses. I tots els que vam passar pel Sant Ignasi sabem els noms.
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Bé, només vaig tenir certesa de primera mà d’un laic que es sobrepassava en el contacte físic a les alumnes. D’aquest tema vaig parlar amb direcció des que ho vaig saber de primera mà. Tres cursos després quan la meva filla podia coincidir amb aquest professor vaig poder adevertir del que faria en cas d’algun incident, precisament perquè d’aquest tema havia discutit, sense tenir obligació per etapa en la que jo treballava, del tema i del per què no l’acomidaven. Després de sortir de l’escola he sabut altres coses que havien passat. Mentre jo hi era només vaig saber del cas que et comento. No sé si em coneixes o no, en tot cas em fa mal que en consideris còmplice d’aquets fets. I dit això, crec que hauria estat de rebut que no amaguessis la teva identitat perquè no tinc eines per situar el que tu vas poder viure. Et deixo el meu correu alacalle@gmail.com
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Per cert, si tots «parlem» anònimament, poc podem fer per tal que es pugui posar davant la Justícia als encobridors, dels quals torno a desmarcar-me, perquè no formava part de la direcció i més enllà de exigir a la direcció que actués no podia fer res….
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