¿Qué me impulsa en estos tiempos sin motivos? Quizás que supe hallar las razones de existir en esas minúsculas briznas de soplos amigables, que prescindí de lo absolutamente ajeno y, a la vez, disolví lo supuestamente ajeno en propio y apropiado, justo. Y renací, cuando parecía socavada en el abismo, tras cada pincelada suave con la que otros acariciaban mi tez, desdibujando lo oscuro e iluminándome completamente. Y, además, quise, lo deseé, hallarme de nuevo en el fragor de las existencias que compartía, para que todos ansiáramos vivir. Y logré estar con los otros y conmigo misma, inclusive en la aparente soledad de los días. Lo logré.
Ana de Lacalle
El Ave Fénix, o como luchamos por vivir.
por
FILOSOFIA DEL RECONOCIMIENTO 
Lo lograste.
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Sí, muchos lo logramos, aunque el camino es escarpado y Nietzsche es un referente salvando escollos. Gracias, Javier!
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Tus letras celebran la resiliencia, la capacidad de encontrar significado en los pequeños momentos y la importancia de las conexiones humanas para superar la oscuridad y la soledad.
Saludos.
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Gracias por tus palabras. Intento transmitir que es posible, a menudo no siempre, salir de las cavernas interiores. Más veces de las que creemos.
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