Sobre los Sueños.

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“El sueño se opone a toda idea de transparencia, como dices tú, el sueño es un obstáculo mayor. El sueño es el pensamiento vuelto obstáculo, es una negatividad radical imposible de reabsorber en las representaciones que se nos ofrecen. Es decir, en el sueño (…) interviene lo siniestro; y por eso interviene la pesadilla, interviene la tonalidad de la angustia en un sentido muy radical, y luego como tú dices, (…) hay un núcleo inaccesible que ni la interpretación ni el propio soñante pueden dar cuenta de ello.”[1]

Jorge Alemán

“(…) hay sueños que no se les puede interpretar…porque no aparece el deseo, sino que está lo traumático radicalmente; aparentemente es como si un sueño no hiciera la función de un sueño…sueños de falla, del algo totalmente singular (…)”[2]

Ricardo Espinoza Lolas

Sobre los sueños he hablado en otros escritos. Constituyen, a mi juicio, una construcción simbólica cuyo contenido latente nos ayuda a comprender nuestras angustias, sufrimientos y, también goces.

Los fragmentos recogidos de la obra citada de Ricardo Espinoza y Jorge Alemán serán en punto de anclaje y de vuelo de una nueva reflexión. En primer lugar, todos sabemos que lo que soñamos se nos antojan, a menudo, historias fantasiosas que pueden llegar a horrorizarnos, pero que nada tienen que ver con nosotros. Sabemos gracias a la tradición psicoanalítica que eso no es así. Ocurre, en los sueños, que se nos muestra un relato más o menos inconexo difícil de entender más allá de unas cuantas frases que podemos articular al despertarnos, y es que como afirma Alemán: “El sueño es el pensamiento vuelto obstáculo”, ya que su función es vaciar nuestra mente de presiones sin que nos apercibamos que aquello que emerge en la fase onírica habla de nosotros. De aquí su falta de transparencia y el obstáculo para su comprensión. Probablemente si lo que soñáramos no fuera simbólico, apareciera en toda su crudeza no podríamos soportarlo. En este sentido, a medida que un sujeto va haciéndose cargo de su contenido onírico, éste va siendo cada vez más revelador para el propio sujeto, y sus dificultades de interpretación son menores.

Espinoza considera, aludiendo a Freud, que si lo que surgiera en el sueño fuese el deseo, sería más fácil de asumir, pero es que lo que brota es el trauma, “lo traumático radicalmente”. De ahí que, ambos pensadores lleguen a la conclusión de que siempre queda un resquicio del sueño que no es interpretable, nuestra mente siempre resguarda un contenido que sería devastador mentalmente si consiguiéramos hacerlo presente, o tal vez no dispongamos de la capacidad de “tocarlo”, de aprehenderlo.

La reflexión sobre los sueños es apasionante, sin embargo, no creo que puedan ser interpretados por alguien que no haya experimentado un psicoanálisis o terapia que le haya ejercitado en la comprensión de sí mismo. Un sueño “similar” en un individuo y otro pueden tener significados totalmente diferentes, ya que la singularidad de cada uno -sus experiencias pasadas e inmediatas- se representa con formas similares, tal vez, pero con contenidos intransferibles. De ahí que, los comentarios típicos de “¿qué significa que me subo a un ascensor y este no para de caer?”, tienen una respuesta: así, en sí mismos, nada más de lo que relatas. En cada sujeto, en cada singularidad toda una constelación de maneras de estar en el mundo propias.

Superemos ya, las concepciones mágicas de los sueños. No son premoniciones tampoco, aunque pueden resultar premonitorios porque manifiestan un temor que llega a su cumplimiento.

Recomiendo este diálogo entre Ricardo Espinoza Lolas y Jorge Alemán porque es rico en matices, en preguntas, en surcar posibles respuestas…es una indagación a dos: filósofo y psicoanalista -a veces convergen ambos- puestos en modo búsqueda.

El libro se puede adquirir, al menos: https://www.amazon.com.mx/Sue%C3%B1os-nosOtros-Alem%C3%A1n-Ricardo-Espinoza/dp/6075966307

Os dejo el vídeo de la conversación que dio lugar la libro:


[1] Ricardo Espinoza Lolas, Jorge Alemán. Sueños. nosOtros. Editado por Yoica. Pg. 16.

[2] Ricardo Espinoza Lolas, Jorge Alemán. Sueños. nosOtros. Editado por Yoica. Pg. 17.

Plural: 4 comentarios en “Sobre los Sueños.”

  1. Gracias por compartir, Ana. Con otro registro y otro contexto, pero igualmente sobre los sueños, creo que no hay nada que supere al monólogo de Segismundo y, por ende, lo que D. Pedro Calderón de la Barca expresaba por boca de él.

    «Sueña el rey, que es rey…»

    Hoy día muchos se quedan en lo superfluo, en lo banal y lo meramente «positivo» del monólogo. Como si lo blanquearan. Pero tiene mucha enjundia. Mucha.

    Abrazos, Jorge.

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