La incertidumbre como amenaza.

Un comentario

En la incertidumbre se despliega la indecisión, ese modo de estar como bloqueado, mirando de un lado para otro sin ser capaz de discernir diferencias significativas. Y es que la incertidumbre nos deja des-alojados, fuera de lugar, sin la habilidad de elegir lo propio y apropiado, que no es otro que aquel en el que uno es por y en los otros. Ya lo indicó Zubiri “Convivir es estar vitalmente presente a los demás, esto es, formar cuerpo con ellos. Corporeidad consiste en actualidad, en presencialidad de la vida de cada cual dentro de la vida de los demás, y recíprocamente, de los demás dentro de mi propia vida (…)”[1]

Ahora bien, partiendo de lo expuesto, ¿qué sucede cuando la convivencia se muestra como un destrozo, una eliminación de los unos y los otros? La fluidez del siendo, la refluencia no queda rota, sino que por ella nos rompemos unos y otros, nos eliminamos, nos exterminamos. Si pudiésemos decir que nuestra interdependencia, o determinado tipo de convivencia se fractura quizás sería más benéfico para algunos. Lo más graves es que seguimos siendo “corporeidad” nos tratemos como nos tratemos, y en consecuencia, el desgarro y el desastre se produce no solo externamente, sino desde las mismas entrañas de cada uno.

De ahí que, la violencia genere más violencia porque es lo que hemos recibido hasta el tuétano unos de otros, y eso nos ha constituido siendo violentos. Así, los conflictos bélicos, genocidios, ataques unilaterales están siendo ya una forma de relación que extermina, pero que además está estableciendo la manera en la que unos y otros nos relacionaremos, el tipo de refluencia que se establecerá y, en ese sentido, los conflictos de hoy son la semilla de los del mañana, si es que hay mañana. Para muchos no. Otros tal vez preferirían no tener mañana, si nos atenemos al panorama individual y familiar en el que se encuentran.

En cualquier caso, esta reflexión debe llevarnos a abandonar los simplismos al analizar conflictos entre pueblos, etnias y estados, porque el pasado permite entender el presente de todos, y cuando el dolor no se ha curado tendemos a ver a los otros como enemigos potenciales, y acabar haciendo lo mismo que nos parecía inhumano con los otros, siendo nosotros ahora el agresor despiadado.


[1] Zubiri, X. “Las tres dimensiones del ser humano: individual, social, histórica” Alianza Editorial. Fundación Xavier Zubiri. Pg. 56

Singular: 1 comentario en “La incertidumbre como amenaza.”

Deja un comentario