La antipsiquiatría puede ser considerada una corriente filosófica que critica el uso de psicofármacos de manera indiscriminada y la estigmatización de pacientes con problemas de salud mental.[1]Esta sucinta introducción es el inicio de un cuestionamiento de prácticas psiquiátricas excesivamente biológicas, que tratan la enfermedad mental como si fuese algo localizable mediante pruebas diagnósticas fiables como
