Hoy me rebozaría entre las sábanas apresando el instante, para que sea menos breve y, la concatenación con otros sea pausada, lenta, imperceptible. Me transformaría en un ínfimo reducto del tiempo para sentir que no transcurre, que lo que palpita en mí no es perecedero y que podría alimentarme de esta humana y gratificante sensación
