El sentido común es nuestro mejor y simultáneamente nuestro peor consejero. De entrada, porque previamente deberíamos detenernos a repensar qué significa esa expresión. Aquí se halla el primer escollo. Unos dirían que: “lo que habitualmente se entiende por sentido común tiene mucho que ver con las reglas sociales, como el modo de vida validado en
