Que nuestras sociedades están enfermas no es ninguna novedad. Que de la matriz afectada surgen ramificaciones, que en sí mismas, pueden constituir otras enfermedades, es una cuestión para pensar bien. Tal vez, la dolencia nuclear sea, como ya afirmó Nietzsche, el nihilismo y de ese vacío, esa nada que se nos vuelve insoportable, por lo
