Calificar de fracaso un acontecer es siempre cometido del sujeto-agente. Porque lo que, a ojos ajenos, parece un revés puede revertir en el mayor logro vital de quien tiene potestad de enjuiciarse. Los otros son, en este sentido, sobrantes.
DISQUISICIONES DESDE EL ABISMO
Calificar de fracaso un acontecer es siempre cometido del sujeto-agente. Porque lo que, a ojos ajenos, parece un revés puede revertir en el mayor logro vital de quien tiene potestad de enjuiciarse. Los otros son, en este sentido, sobrantes.