La tonalidad grisácea se expande hoy por doquier. Mires hacia donde mires. No hay fisura por la que vislumbrar una brizna de luz. Parece que algo haya acontecido y esté impregnando el paisaje, los edificios más ennegrecidos, la vegetación caída y desolada. Hoy no es un buen día. Ni para charlar, ni para intercambiar pareceres
