Puede que sigamos por mucho tiempo divagando sobre si hay reto para el hombre, ya no postmoderno, sino mejor posthumano. Ese sujeto post nihilista –obsérvese la pérdida de nuestra señal de identidad, por eso solo somos post en referencia a- que resultó después de haber enterrado definidamente a Dios. Y aunque tenga apariencia regresiva la