“…solo aquel que está marcado por la legitimidad empírica siente la necesidad de liberarse de ella. La causalidad es entendida, reconocida y establecida por la libertad. El criminal no reconoce la causalidad, quiere quebrantarla: quiere quedar libre de repente, por ejemplo, de una joroba de una cojera: en tan escasa medida reconoce el hecho. Solo