“Cuando se sabe de manera absoluta que todo es irreal, no tiene ningún sentido fatigarse para demostrarlo”
Ya que tal grado de certeza hace innecesaria la demostración, porque la evidencia de la irrealidad será patente en su momento. Lo que Cioran omite es que en el contexto de su pensamiento no hay certeza absoluta, sino una convicción subjetiva de la verdad. Así, siendo todo irreal o no, la argumentación mencionada será baldía.
Reformulando el aforismo podríamos sintetizarlo diciendo:
