Amistad que fue ¿es?

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La amistad también envejece con más o menos vigor al unísono de nuestras canas secas y nuestra tez ajada. Pero, así como lo corpóreo se deteriora tendiendo a su finalidad, la amistad no debería sufrir ese proceso con el tiempo, si como parecía era amistad. Antes, los años solidifican los lazos que, antaño quebradizos, ya no son susceptibles de fragmentación ni fractura. Así cuando percibimos una laxitud que se asemeja a la distancia, y el otro está pero evaporado en el recuerdo, y tú estás pero refugiado en la nostalgia, la conexión  se convierte en una mecánica aprendida en la que no hay fluir, ni apego, ni espontaneidad, tan solo el recuerdo intenso de algo auténtico.

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