Los incendios se propagan arrasando todo a su paso, inclusive los brotes verdes que restan calcinados, imposibilitando la cadena de la vida. Así, se irradia internamente el odio como un fuego rabioso, hasta requemar cualquier atisbo de cese, impidiendo la reconciliación.
Fuegos
Etiquetas: Odio
Publicado por Ana de Lacalle
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