Maltratos y Violencia

No hay comentarios

Hay dos cuestiones de ferviente actualidad que son la violencia familiar y el acoso escolar. Ambas tienen un común denominador: el maltrato y la violencia.

Respecto a  la primera, considero más adecuado utilizar el término familiar para hacerla extensiva a los hijos cuando los hay, y no de género porque parecería algo que solo afecta a la mujer. Aunque creo que el objeto de maltrato primario es ella y como herramientas de daño se utiliza a los hijos, y estos a su vez viven día a día ese terror en sus pieles como algo que marcará sus vidas.

El acoso escolar siempre me ha parecido como una forma adolescente de traspasar los límites y experimentar aquello que ven a través de los vídeo-juegos, internet o la televisión en la realidad, cosificando a la víctima, respaldado y difuminado por el grupo como si los agresores sufrieran una especie de disociación entre el acosador que vivifica la experiencia del maltrato que ha visualizado virtualmente, y el adolescente que no siente culpabilidad porque no es más que una broma.

En ambos casos el problema social es la agresividad y el uso de la violencia por la dificultad de contener emociones de rabia y odio que aparecen súbitamente y que determinados individuos necesitan descargar y garantizarse una forma estable de hacerlo. Parece que la búsqueda de otro más débil al que atormentar es eficaz y que en la medida en que los agresores actúan el otro se debilita más.

La cuestión que poco se aborda es –al margen de lo que los medios de comunicación transmitan- qué tipo de sociedad tenemos, que necesita consumir violencia, y manifestarla. Tal vez deberíamos plantearnos que los individuos no son violentos por lo que ven, sino que sintiéndose presionados y exprimidos por el contexto social, consumen violencia como forma de metabolizar su ansiedad y algunos no quedan saciados necesitando manifestarla con los otros.

Obviamente esto son solo apuntes que junto a otros factores pueden explicar el problema de la violencia en nuestra sociedad. Fijémonos que lo que ha sucedido, y esto también es importante tenerlo en cuenta, no es que hayan aparecido nuevas formas de violencia, sino que se han intensificado y extendido las ya existentes. En el caso del maltrato escolar añadiendo el uso de las nuevas tecnologías que aumenta la dimensión y la gravedad del abuso.

En conclusión, podríamos ser originales e intentar abordar las causas, aunque como siempre, esas no interesa tocarlas. Acabaremos diciendo que la escuela,…pero no olvidemos que el dicho la violencia engendra más violencia es algo más que sabias palabras.

Deja un comentario