“Pero lo que deseo hacer ahora es tomar este rasgo dialógico de nuestra condición, por una parte, y ciertas exigencias inherentes al ideal de autenticidad por otra, y mostrar que las formas más egocéntricas y «narcisistas» de la cultura contemporánea son manifiestamente inadecuadas. Más en particular, quiero mostrar que las formas que optan por la autorrealización sin considerar las exigencias de nuestros lazos con los demás o las exigencias de cualquier tipo que emanan de algo que está más allá o fuera de los deseos o aspiraciones humanas son contraproducentes, destruyen las condiciones para realizar la autenticidad misma.”
C.Taylor.La Ética de la autenticidad. 1994
O dicho de otro modo, somos un diálogo, desde la cuna, con todo otro significativo, para bien o para mal, a partir del cual regeneramos nuestra identidad de forma continua.
