Saboreamos la hiel más amarga con tal de hallar las respuestas primordiales. Y tras ese trago afligido y prolongado damos con lo inexpugnable, lo inextricable, como quien topa al final del camino con un eco abisal del que solo siente resonar sus propias preguntas.
Lo inexpugnable
Publicado por Ana de Lacalle
Escritora alacallefilosofiadelreconocimiento.com Ver todas las entradas de Ana de Lacalle
