El otoño es un acervo del tiempo que, blanquecino o no, se instala irremisiblemente en nuestro cuerpo. Con el viento desapacible que trae consigo, nos otorga a su vez una mirada ocre y realista del recorrido vital. Quizás, nos tiritan las palabras pero no de miedo, sino de la convicción de que no hay certezas, y que toda percepción no es más que una creencia arraigada de ese tiempo otoñal, que a base de rastros imborrables afronta la arribada del invierno habiendo asumido el ciclo estacional.
Otoño vital
Publicado por Ana de Lacalle
Escritora alacallefilosofiadelreconocimiento.com Ver todas las entradas de Ana de Lacalle
