Javier Marías, elogio de la excelencia.

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El escritor Javier Marías nos dejó hace algo más de dos años. Con él se fue una prosa inigualable, un estilo propio e inconfundible que ha elevado la narrativa a un nivel digno de muy pocos. El inicio de sus novelas es una de sus peculiaridades que ha sentado cátedra. Lanza un párrafo, como quien no quiere la cosa, que deja al lector estupefacto, pensando, recorriendo su interior para identificar la veracidad de lo dicho, o mejor escrito, por Marías.  

Fijémonos en el siguiente fragmento:

“La revelación del temor da ideas a quien atemoriza o a quien puede hacerlo, la prevención ante lo que no ha pasado atrae el suceso, las sospechas deciden lo que aún estaba irresuelto y lo ponen en marcha. La aprensión y la expectativa obligan a llenar las concavidades que crean y van ahondando, algo tiene que ocurrir si queremos que se disipe el miedo, y lo mejor es darle su cumplimiento.”

Marías, J. “Mañana en la batalla piensa en mí” Debolsillo, 2014. Pg. 25.

Este párrafo magistral sobre cómo se despliega el miedo y cómo superarlo, no es más que una muestra sobre cómo abordaba Marías sucesos bien cotidianos en la vida de cada uno y, cómo entendía que debían ser afrontados. Aquí, siempre había una cierta pincelada pesimista o, tal vez, un realismo exagerado. Al miedo según él, solo se le vence dejando que cumpla la advertencia o alerta que lo ha hecho presente. Es la mejor forma de librarnos de él, como si fuese peor el miedo que el suceso mismo. Y esto es recurrente en la obra de Marías: son peores las emociones que nos torturan como el miedo, la culpa, la ira, la rabia, el resentimiento que aquello que lo ha causado. Vale la pena dejar que sigan su curso y, una vez, autocumplidos, enfrentarnos al suceso que seguir asediados por esos sentimientos que nos paralizan.

Esa parálisis que nos deja pensado obsesivamente a lo largo de x páginas escritas por Marías, cualquier otro escritor lo hubiera dicho en un párrafo. Sin embargo, aquí radica una de las genialidades del escritor a mi juicio, ¿qué consigue Marías? Vivimos ese suplicio que se produce al avanzar, y luego retroceder, que pretende deshilachar todos los elementos del suceso maniáticamente, y ondulamos en espiral un proceso de sufrimiento que, finalmente, acaba conduciéndonos a desear que acontezca lo que nos causa pavor. Parece, pues, que no es que el suceso sea de per se peor que la tortura mental, sino que esa forma de martirizarnos mentalmente solo halla una salida, la consumación del suceso. Creyendo que todo acabará entonces. Y como él mismo dijo “Tras lo malo, viene lo peor” -cito de memoria-. Es entonces cuando se disparan nuevos tenores que llevan a los personajes al mismo bucle.

Ciertamente, esta manera de narrar no es del gusto de todos los públicos, porque en lugar de sentir que lo narrado se inocula en nuestra mente, como si fuera propio, perciben una manera cansina de dar “vueltas a lo mismo”.  Además, el uso de frases largas a base de coordinadas y subordinadas, hace de su lectura algo pesado para algunos lectores.

Sin embargo, me pregunto ¿qué se espera de un gran escritor que sea de lectura fácil o de escritura excelsa? Javier Marías creo que ha sufrido en propia piel, aquello que le dañó respecto de su padre, el filósofo Julián Marías, la falta de reconocimiento de la altura de su obra.  Siendo Javier, uno de los escritores en español más traducidos a una multitud de lenguas, ha cumplido ese miedo del que habla en la novela mencionada, no ser “profeta en su propia tierra”.

A mi juicio, junto con Stefan Zweig, bien distintos, es uno de los escritores más meritorios que ha dado el siglo XX, y en el caso de Marías las primeras décadas del XXI. De ellos he intentado aprender, y si no me acerco ni por asomo es por incapacidad, no por la pasión que me produce la lectura de ambos.

Si tuviera que recomendar alguna obra para introducirse en la obra de cada uno, en el caso de Javier Marías sugeriría “Corazón tan blanco”, y en el caso de Zweig, “Novela de ajedrez”[1] o “El jugador de ajedrez”, según la traducción.

En cualquier caso, buenas lecturas para el 2025 y animo con vehemencia a quien desea escribir y no ha leído a estos escritores que lo haga. Habrá un antes y un después, seguro.


[1] https://filosofiadelreconocimiento.com/2018/08/24/novela-de-ajedrez-zweig/

Plural: 5 comentarios en “Javier Marías, elogio de la excelencia.”

  1. Excelente recordatorio. Tomo nota de la novela de Marías. «La Novela de Ajedrez», de Zweig, la leí y me pareció sorprendente el planteamiento de la misma, más que leerla, diría que la devoré. Un abrazo.

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